Joel Dubin, consultor independiente de seguridad de cómputo y autor del libro The Little Black Book of Computer Security, comparte las que considera son las cinco mejores prácticas para mantener aplicaciones de código abierto seguras.
- Inventario de software
Si todavía no ha realizado un inventario de software, hágalo, ya que le brinda un control sobre lo que está instalado. A diferencia del software propietario que se compra y que por tanto deja rastros de su existencia, las aplicaciones gratuitas pueden descargarse de la red sin que quede un registro de ello. - Administración de parches
Manejar las actualizaciones o parches en el software libre puede ser complicado, pero es crucial. Para organizaciones pequeñas con una diminuta base de aplicaciones libres, lo más barato es el parcheo manual. - Compatibilidad de la red y el firewall
Si usted adopta alguna aplicación que requiera hacer cambios radicales en la configuración de su arquitectura y comprometa el buen funcionamiento de su red, quizá ése software no es el adecuado para su organización. - Administración de acceso
Tan pronto como instale la aplicación, le recomendamos cambiar toda la configuración preestablecida de seguridad para mantenerse a raya de los hackers, que con frecuencia guardan listas de nombres de usuario y contraseñas comunes. - Pruebe y analice
Aunque el software de código abierto es más seguro que su contraparte comercial, usted debe ser muy cuidadoso para asegurarse que instaló, configuró y actualizó de manera segura.
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