martes, 18 de diciembre de 2007

Pasar de Linux a Mac (I)

Lei este articulo muy interesante publica por Victor pimentel.


El mes pasado se dio una coincidencia muy curiosa: Diego y yo nos compramos el mismo portátil Macbook, siendo además el primer paso en serio en el mundo Mac para nosotros (más o menos). La diferencia entre Diego y yo es que mientras él era un usuario avanzado de Windows, yo era/soy/seré usuario de Linux desde hace ya algunos años. Así que desde esta semana podréis disfrutar tanto de Las Crónicas de Riddick como de las mías.

Así, esta es la primera de varias entradas en las que relataré las peripecias al pasar de Linux a Mac. Como Diego, no voy a decir qué sistema es mejor, pero no porque esté tan claro que no haga falta (ejem), sino porque realmente se trata de dos sistemas muy competitivos entre sí, y con ventajas y desventajas en ambos bandos. Sin embargo, sí que me gustaría puntuar cada sistema en esos puntos fuertes, sin dejar de contar la historia principal del cambio. Por último, quizás habría que añadir que voy a hacerlo un poco más técnico y entrar en algunos más detalles, aunque me he recatado para no hacer de estas entradas un amplio reportaje sobre el MacBook.

El sistema, como ya os digo, es el mismo portátil Macbook con casi la misma configuración, a esperas de que me llegue el primer módulo RAM de 2 Gigas que está en camino. Dicho esto, vayamos con el Hardware:

Empaquetado y momento inicial boca abierta

El empaquetado de portátil, como cualquier cosa que vende Apple, es muy cuidado, minimalista y sencillo, poco hay que decir que no se haya dicho ya. Y el Macbook tanto abierto como cerrado está para comérselo. Simplemente es impecable y como de cualquier forma no es lo más interesante no me voy a extender en este punto. Como os imagináis, solo hay que abrir el portátil, introducir tu nombre y ya tenemos un sistema corriendo.

A esto no estamos acostumbrados en el mundo Linux, sobre todo en España, donde encontrar un ordenador (y más un portátil) competente con Linux instalado es casi una odisea.

Batería

Aunque Apple establezca 6 horas como máximo, en realidad la media, usándolo activamente, con Wifi activado y un brillo en la pantalla aceptable, se queda en unas 4 horas y media con MacOS X, que no está mal para un portátil así. Con Linux, si bien es cierto que con Compiz Fusion activado, baja un poco este tiempo, lo que indica que no está 100% optimizado para el sistema, como es normal. Aunque ya he echado un ojo a ciertos programas que espero me ayuden a controlar un poco más el consumo.

Componentes

Si por algo se caracteriza este portátil, es por la cantidad de pequeñas chorradas técnicas que incluye (Cámara, micrófono, acelerómetro, trackpad multipunto, bluetooth, infrarrojos más un mando, etc…), lo que te asegura unas horas de diversión descubriendo usos extraños, desde utilizarlo como sable láser, utilizarlo como sismógrafo, instarle un sistema antirrobos, cambiar de escritorio virtual a golpe limpio, manejarlo desde el móvil o hasta enlazar el mando de la Wii al portátil para, evidentemente, usarlo como sable láser.

En la parte izquierda tenemos la conexión a la corriente, una ethernet, una mini-dvi, una firewire, dos usb’s, entrada y salida de sonido. La conexión a la corriente también incluye otra pequeña chorradilla muy útil, y es que se fija mediante imanes. Como punto negativo, seguro que los dos puertos usb se os quedan cortos, aunque yo todavía no he necesitado más de dos puertos a la vez de manera obligatoria.

Como al fin y al cabo MacOS es un sistema BSD/Unix, tanto las interfaces como los componentes externos se tratan de manera casi calcada. Por defecto cualquier cosa que enchufemos se monta por defecto, y es muy rápido: en menos de un segundo puedes usar el teclado/ratón que le conectes, y en menos de 5 cualquier disco duro. En este punto está más o menos al nivel de Linux, tanto para lo bueno como para lo malo. Aunque volvemos a lo anterior: evidentemente en MacOS X todo funciona, en cualquier distribución de Linux es probable que varios de estos componentes os den problemas o directamente ni se reconozcan.

Wifi

Como dice Diego, la red WIFI es extremadamente sencilla de configurar, y una vez configurado el cambio de redes en diferentes localizaciones (por ejemplo, de casa al trabajo/universidad) es automático. Aunque Linux ha avanzado mucho en este campo, todavía no llega a este nivel de sofisticación, aceptémoslo. De hecho, al probar una distro live, la única pieza hardware importante que no me reconocía era la tarjeta WIFI, ya sabemos todos quién tiene la culpa, pero aún así es un punto a favor para MacOS.

Articulo completo Aqui

No hay comentarios: